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ES EL ETANOL ¿UNA SOLUCION, UN PROBLEMA O UNA ALTERNATIVA?


José Hernández Castillo.




“El etanol será una solución sólo cuando su producción sea rentable, sin subvenciones ni imposiciones estatales. Mientras tanto, será un peso muerto para el progreso.”
Porfirio Cristaldo Ayala




En octubre del año pasado adelantándose al resto del país el gobernador Fidel Herrera Beltrán en la inauguración del Primer Foro Nacional de Etanol, aseveró en su mensaje que Veracruz le apuesta a la innovación, al progreso y a la energía que se puede obtener sobre bases limpias, sanas, sustentables; para lograrlo, reconoció, en nuestro estado existe todo para producir y utilizar los derivados de la caña de azúcar para uso industrial y que actualmente se importa. Mencionó que su gobierno busca explorar muchas más posibilidades para la obtención de bioenergía a través productos originarios de nuestra tierra, como la yuca, la creación de dos ingenios etanoleros en el estado, uno en la Cuenca del Papaloapan y otro en Chapacao, municipio de Pánuco.



Por lo que ahora con la Ley de Promoción y Desarrollo de los Bioenergéticos aprobada el pasado 26 de abril, con 243 votos a favor de PAN y PRI, y 127 en contra del PRD, PVEM, Convergencia, PT y Alternativa. México ingresa a la fiebre mundial de los biocombustibles, donde se busca producir etanol y biodiesel a gran escala para reemplazar o aminorar el uso del petróleo. Contribuyéndose de paso al cumplimiento de los acuerdos de la Conferencia Internacional sobre Cambio Climático, celebrada recientemente en Kyoto, de la cual somos suscriptores comprometidos.


Misma que incluye una prohibición tajante en la utilización de granos, para quienes deseen aprovecharlo en la elaboración de etanol. Claro que en algún apartado expresa el citado ordenamiento que ese impedimento cesa siempre y cuando existan excedentes, situación difícil de lograr, dada la conformación de la superficie del terreno nacional. Pero no para ahí la cuestión, porque los legisladores autorizan que de los elotes y las hojas sí se puede lograr el combustible.


La conclusión de los diputados consiste en señalar que los granos mencionados deben ser prioritarios en la alimentación de los mexicanos y sugieren que la energía se busque en otras fuentes localizables en el sorgo, remolacha, algas y diferentes bacterias.


Si bien con la nueva legislación, se da luz verde para que México comience la producción de etanol a partir del 1 de enero de 2008, el país aún carece de una estrategia a seguir en este campo.


A esta conclusión llegó el secretario del Medio Ambiente y Recursos Naturales, Juan Rafael Elvira Quesada, al señalar que "hasta el momento el gobierno mexicano no le ha apostado a ningún biocombustible, porque producir etanol a base de maíz, implicaría competir con la industria alimentaría, y elaborarlo a partir de la caña de azúcar, provocaría contaminación de ríos".


Brasil, que en 1970 fue el primer país en apostarle a la elaboración de etanol a partir de la caña de azúcar, ante la crisis de hidrocarburos, hoy ve amenazada su diversidad biológica debido a la extensa siembra de este monocultivo que ha causado la destrucción de miles de hectáreas de selva.


Para José Sarukhán Kérmez, coordinador nacional de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), "hay que ir con cuidado" en el tema y uso de biocombustibles, sobre todo en México, país donde el maíz es un producto de primera necesidad.

Más aún, pone en duda que pueda ser una solución viable. "El etanol producido de maíz es una tontera, dijo, pues necesito gastar entre 1.3 y 1.5 litros de gasolina para generar un litro de etanol, porque para producir maíz debo emplear tractores, fertilizante, agua, y allí es donde se va el consumo de combustibles fósiles. Entonces, creo, es un mal negocio".


México no debe apegarse a la tendencia de Estados Unidos de producir etanol a partir del maíz, pues ello significaría ayudar a ese país a reducir su dependencia del Medio Oriente y pondría en riesgo cultivos valiosos y posiblemente dañaría nuestro medio ambiente, destacó el premio Nobel de Química, Mario Molina, al participar en el Foro Global Agroalimentario que organizó el Consejo Nacional Agropecuario (CNA).


Diversos investigadores y especialistas en la materia consideran que el etanol de maíz puede ser competitivo en países con déficit petrolero y con bajo consumo de ese grano en la alimentación, pero en México un barril de ese biocombustible costaría alrededor de 120 dólares, frente a los cinco dólares que cuesta el barril de petróleo para el país.


“Mientras sigamos siendo un país deficitario en maíz o sorgo, donde estamos importando al final de cuentas casi 20 millones de toneladas de granos anualmente, pareciera que la lógica nos lleva a pensar que no es con grano ni alimento con lo que México debe empezar la producción de etanol”, afirmó el ministro de Agricultura, Alberto Cárdenas y señaló que es “más viable” para el país producir etanol a partir del biodiesel con lo que se podrían aprovechar “entre siete y ocho cultivos” diferentes que no compiten con los alimentos ni “con zonas de producción de granos” en México. Precisó que México debe aprender de las experiencias de producción de etanol de Brasil, con la caña de azúcar, y de Estados Unidos, con el maíz, para fijar su política bioenergética. En estos países “no todo es bonanza y felicidad”, advirtió el ministro mexicano. Agregó que Brasil tuvo que subsidiar durante más de 30 años a los productores de caña para alcanzar los niveles de producción de etanol actuales. Además, subrayó que las acciones de algunas compañías productoras de etanol en Estados Unidos han bajado de precio en los últimos meses, lo que se puede deber al hecho de que “el precio del maíz se ha incrementado de manera muy importante”.



El etanol es el nuevo evangelio estatista, la solución a todos los problemas políticos, económicos y ecológicos de la humanidad. Los presidentes George Bush y Lula da Silva decidieron a finales de marzo cooperar en el campo de los biocombustibles junto a la Unión Europea y Japón. El etanol impulsará el desarrollo de los países pobres, asegura Lula, mientras Bush celebra su aportación a la independencia energética.




¿Qué resultados se esperan lograr en la energía y el medio ambiente al desarrollar el etanol y los biocombustibles?

Energía: sustituir combustibles basados en petróleo para aumentar la seguridad energética, disminuir la dependencia frente a la volatilidad de los precios de petróleo, bajar los costos de combustibles o de las importaciones, disminuir la dependencia de países políticamente inestables.


Medio Ambiente: disminuir daños ambientales relacionados con la cadena del petróleo, como por ejemplo los derrames de petróleo, además de reducir la contaminación.


Los biocombustibles, a pesar de su gran expansión en los últimos años, cubren apenas al 1% del consumo total de combustibles para el transporte. Sin embargo, algunos países han llegado a porcentajes más altos de substitución. Brasil llega a casi 50% en gasolina y EE.UU., segundo productor de etanol, al 2,5%. En Brasil, el total de la substitución de los combustibles en base a petróleo llega actualmente a un poco mas del 20% mientras que en EE.UU. es apenas del 1,8%.

Muchos países han establecidos metas ambiciosas para la substitución como:

Japón: 20% de la demanda de petróleo con biocombustibles y gas licuado hasta 2030 (mandato previsto).


Canadá: mezcla de 10% etanol en 45% de la gasolina hasta 2010 o Unión Europea: mezcla de 5.75% en todos los combustibles (diesel y gasolina) hasta 2010 en todos los países miembros.


Estados Unidos: El "Renewable Fuels Standard (RFS)", exige el uso de 28.4 billones de litros (7.500 millones de galones) de biocombustibles en 2012.


Brasil: mezcla de biodiesel de 2% hasta 2008, y 5% hasta 2013 (mandato).


Colombia: Mezcla de 10% en gasolina en ciudades mayores de 500.000 habitantes en 2006 (mandato).


Venezuela: Mezcla de 10% en gasolina (mandato previsto).

China: Mezcla de 10% en gasolina en cinco provincias (mandato).



Uno de los debates que hay hoy en día es el etanol como solución energética a los combustibles fósiles y en segundo como un problema alimenticio que provocará un desastre ecológico.


En la actualidad, entre el 45% y el 55% del costo del etanol en EEUU es cubierto por subsidios estatales. El coste de producción del alcohol de maíz es más del doble que el de la gasolina. La mezcla E10 (10% etanol y 90% gasolina) que exigen algunos estados, supuestamente por ser menos contaminante, es sustancialmente más cara que la gasolina no mezclada con etanol. Si se eliminaran los subsidios y las obligaciones legales de consumirlo en Estados Unidos y la UE, la producción de biocombustibles se derrumbaría.


En los EEUU, "el tamaño actual de la industria del etanol depende principalmente de las leyes y normas federales que promocionan su uso con propósitos de calidad de aire y seguridad de energía, además de existir incentivos de impuestos que aminoran su costo para los consumidores. Sin ellos, es probable que la industria se encogería sustancialmente en el futuro próximo. Sin embargo, si se pueden bajar los costos de procesar el etanol, o si los precios de la gasolina suben, el etanol puede aumentar su rol en el consumo de combustible de los EEUU". Según , "otro obstáculo para el etanol es la incompatibilidad con la infraestructura existente."


En Brasil el costo del etanol es menor debido a que en su producción se utiliza caña de azúcar, con un rendimiento ocho veces mayor que el maíz. Pero a pesar de eso, y de sus 30 años de experiencia y tecnología, Brasil no produciría alcohol como combustible si no existieran subsidios y leyes que exigen un porcentaje mínimo de mezcla, sin tener en cuenta al coste final. Son los consumidores quienes lo pagan en el surtidor. Pero aún si su producción fuera rentable, el daño social no sería menor, pues crecería la superficie cultivada de caña de azúcar en perjuicio de otros cultivos y habría una deforestación masiva. El crecimiento de la agricultura para combustibles a expensas de la agricultura para alimentos aumenta el precio de los segundos.



En este debate ha intervenido la ONU, con un informe demoledor contra el etanol.

"Las prisas por producir ingentes cantidades de energía de maíz, la caña de azúcar, la soja o la palma acelerarán la deforestación mundial, provocarán hambrunas, expulsarán a los pequeños agricultores de sus tierras y harán más pobres las regiones del planeta que ya lo son".

Las grandes extensiones de tierras, que se requieren para aumentar la producción de bioenergía, serán arrebatados a las áreas forestales, lo que producirá una liberación de grandes cantidades de carbono del suelo o de la biomasa forestal. Para minimizar las emisiones de gas que produce el efecto invernadero asociado a la producción de biocombustible, la ONU recomienda que la industria preserve los pastizales vírgenes, los bosques primarios y las tierras con una alta diversidad.

Para Gustavo Vest, vicepresidente de estudios energéticos de la ONU, dice "a menos que las nuevas políticas que se pongan en marcha tengan en cuenta la protección de las tierras amenazadas, garanticen un uso socialmente aceptable de la tierra y vayan encaminadas a un desarrollo sostenible en su conjunto, el daño social y medioambiental de la bioenergía puede, en muchos casos, superar a los beneficios".
El director adjunto de la FAO, Alexander Iler, dice "dentro de unos años los biocombustibles supondrán el 25% de toda la energía mundial". Esto supone un volumen de negocio de miles de millones de euros anuales y es uno de los más rápidos crecimientos del mundo.



Ni Estados Unidos ni la Unión Europea son capaces de satisfacer sus necesidades, por lo tanto, serán los países pobres del hemisferio sur quienes tengan que producirlas mediante grandes plantaciones de caña de azúcar, palma, soja, maíz. El cultivo de la soja ya ha producido la deforestación de 21 millones de ha. en Brasil y 14 millones en Argentina. Ante la presión del mercado global de biocombustibles, se calcula que en Brasil se provocará la deforestación de 60 millones de hectáreas, haciendo desaparecer la selva del Amazonas y su función de pulmón del mundo. Este daño es de proporciones incalculables no solo para Brasil sino para toda la humanidad. En Brasil, el cultivo de la soja desplaza once agricultores por cada nuevo que crea.


La alianza Bush-Lula también es un engaño. Brasil desea exportar etanol a los mercados protegidos de Estados Unidos, la Unión Europea y Japón. Pero éstos no tienen intención de eliminar el proteccionismo en el etanol, incluyendo los créditos impositivos y los elevados aranceles. No les preocupa atropellar del libre comercio. Lo que pretende Bush es librar a los países de América Central y el Caribe de su relación con Venezuela que les subsidia el petróleo que consumen. Brasil proveerá la tecnología para la producción de etanol y Estados Unidos abrirá sus mercados al alcohol producido en estos países.


Esta tendencia de expansión del biocombustible nos lleva a los siguientes escenarios un aumento del uno por ciento en el precio de los alimentos básicos significa aumentar en dieciséis millones de personas las que pasan hambre. Los últimos cálculos conservadores nos hablan que para el año 2025, mil doscientos millones de personas estarán hambrientas, debido al aumento del precio de los alimentos a consecuencia de los biocombustibles.


Para Altery, profesor de agroecología por la universidad de Berkeley dice que los biocombustibles son una tragedia ecológica y social. Con su producción se creará un problema muy grande de soberanía alimentaría, ya que hay miles de hectáreas de soja, caña de azúcar y palma que se van a expandir, lo que va a producir una deforestación masiva y se va a aumentar la escala de producción de monocultivos mecanizados, con altas dosis de fertilizantes, especialmente la Atrazina, que es un herbicida muy nocivo para la salud.



El desarrollo de los biocombustibles no tiene ningún sentido energético ya que todos los estudios que se han hecho demuestran que se necesita más petróleo para fabricarlos. No es cierto que los biocombustibles no contaminen. El etanol no es un combustible "ecológico" ni "renovable". El etanol aumenta la contaminación del aire y menos de un 26% de su contenido energético es renovable. El resto de la energía necesaria para producir etanol debe suministrarse de otras fuentes. El etanol reduce la emisión de gases invernadero un 12% y la mezcla E10 en un 5%. Otros procesos obtienen la misma reducción a una décima parte del coste. El etanol resulta en extremo antieconómico como medio para controlar la emisión de gases de efecto invernadero. El etanol produce menos emisiones de carbono, pero el proceso de obtención contamina el suelo y el agua con nitratos, herbicidas, pesticidas y deshechos y el aire con aldehidos y alcoholes que son cancerigenos. El supuesto de un combustible "verde y limpio" es una mentira



Todo el mundo sabe que el agua es uno de los grandes problemas con los que nos enfrentamos. La expansión de los biocombustibles hará aumentar exponencialmente el uso del agua, lo cual agravará mucho la situación Así mismo al aumentar el uso de los pesticidas, hará que aumente su nivel de contaminación.


Según las estadísticas del Consejo Mundial del Agua estiman que para el año 2015 el número de habitantes afectados por la falta de agua se elevará a 3.500 millones de personas, y cualquier aumento del consumo agravará el panorama ecológico y social del planeta.



Como ya estamos viendo, los problemas de salud que nos generará el etanol son muy importantes. Los científicos nos dicen que si todos los coches de Estados Unidos utilizarán el etanol, aumentaría de forma muy importante las enfermedades de tipo respiratorio.


Una mayor cantidad de ozono, que es una sustancia altamente oxidante de las vías respiratorias debido a que el otro ingrediente (óxidos de nitrógeno, hace que se produzca en mayor cantidad cuando hay más oxigeno. En una atmósfera en la que coexisten material particulado y ozono, se potencia el riesgo para la salud. Como dice el doctor García Lozada "el ozono es una sustancia con un poder oxidante muy alto". Por esa razón las mucosas nasales reaccionan dificultando la respiración y provocando la inflamación de las mucosas que se refuerza por la presencia de partículas tóxicas en el aire y el problema se agrava.


El alcohol en la gasolina promueve una mayor formación de compuestos oxigenados de alto riesgo como el acetaldehído, reconocido como una sustancia con potencial de producir cáncer en los humanos. Un estudio reciente demuestra que las emisiones de este compuesto al quemar la gasolina con etanol se incrementa has un 100% con mezclas que solo contenían el 3% de alcohol y el resto gasolina.



La crisis energética ha proporcionado la oportunidad para crear poderosas alianzas entre la industria del petróleo, los granos, la ingeniería genética y la del automóvil. Los grandes beneficiarios de esta expansión de los biocombustibles serán las grandes multinacionales del grano, Cargill, ADM, Burges, las petroleras BP, Shell, Chevron…., las compañías automovilísticas, General Motors, Ford, Volkwagen, Toyota….., las multinacionales de la biotecnología Monsanto, DuPont….

La industria de la biotecnología intenta mejorar su imagen desarrollando semillas transgénica para la producción de energía. La biotecnología será usada para limpiar su imagen, diciendo que favorecerá el desarrollo del etanol y que no atenta a la salud humana.


Como dice The Economist, el etanol es la única iniciativa de energía alternativa que tiene amplio apoyo político. A los agricultores les agrada esto porque proporciona una nueva fuente de subsidios. A los partidarios de la línea dura porque posibilita que estados Unidos pueda separarse del petróleo de Oriente Medio. A la industria de los coches porque considera que el cambio a combustibles verdes excluiría a los coches de las presiones por el calentamiento global. A las petroleras porque el uso del etanol como aditivo al combustible significa negocio y a los políticos porque mediante el subsidio puede favorecer a sus electores potenciales.



CONCLUSIONES



- Resultaría difícil emitir un juicio sobre este polémico tema; no obstante ello, existen factores objetivos que invitan a reflexionar sobre la producción de etanol en México, pudiéndose señalar entre ellos, la necesidad de mantener un campo equilibrado capaz de hacer frente en unos cuantos años mas al reto de suministrar grandes cantidades de azúcar al principal mercado mundial al amparo del TLC, siempre y cuando los vecinos del norte no impongan sus conocidas salvaguardas.



- No debemos perder de vista que nuestro campo cañero es eminentemente de temporal con grandes fluctuaciones y si se llegaren a establecer topes a la producción, se podría correr el riesgo de incumplir con el criterio de país superavitario en la producción de azúcar. La entidad veracruzana es la que genera el 40 por ciento de la producción nacional, que se estima en 51 millones de toneladas al año.



- El etanol puede sustituir importaciones de gasolinas de alto octano y ser integrado a la producción actual de las primeras por parte de Pemex,



- Debemos analizar muy bien si el etanol es una alternativa energética al petróleo y si favorece al cambio climático. O si nos llevara a un desastre ecológico y social de consecuencias imprevisibles. Por lo que todos aquellos que amamos la naturaleza y al ser humano debemos informarnos, estudiarlo, opinar, participar y que no vaya ser un nuevo dislate de los poderes económicos y políticos del mundo.



José Hernández Castillo.
Economista y Consultor.
hcjoseeconomia@yahoo.com.mx






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