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La Medición del Desempeño en el Municipio

Por José Hernández Castillo



Argumentos o razones por los cuales todo gobierno serio y responsable está obligado a medir los resultados de su gestión, es decir, a controlar la eficacia de sus planes y programas:

“Sino se miden los resultados, no se puede distinguir entre el éxito y el fracaso”.
“Si no se puede reconocer el éxito, no se le puede recompensar”
“Si no se puede recompensar el éxito, probablemente se recompense el fracaso”
“Si no se puede reconocer el éxito y el fracaso, no se puede aprender de ellos”
“Si no se puede reconocer el fracaso, no se puede corregir”
“Si se pueden exhibir resultados, se puede ganar el apoyo social”

(David Osborne y Ted Gaebler)


Las nuevas condiciones demandan de las organizaciones municipales una mayor capacidad para predecir los resultados, una administración más rigurosa de la información de sus procesos, una capacitación más especializada de sus funcionarios, una mejora sustantiva de la administración de la información al interior de la organización y la adopción más formal y comprometida de un estilo de administración.

Con el propósito de remediar males administrativos, los gobiernos del mundo han introducido nuevos paradigmas de administración pública, tales como la gobernanza y los sistemas de medición de desempeño. La medición de desempeño no es algo nuevo y siempre ha estado presente como un mecanismo de verificación y como una importante ayuda para tomar decisiones. En todas las organizaciones públicas siempre ha existido un importante grado de medición del desempeño financiero, debido fundamentalmente a la naturaleza y al origen de los fondos presupuestarios dentro de las obligaciones de dar cuenta de ellos de manera transparente. Con el tiempo ha sido posible reconocer que no todos los recursos pueden cuantificarse y representarse en un único lenguaje; el dinero, y la experiencia acumulada de muchas organizaciones privadas han permitido confirmar que la visión debe dirigirse hacia los procesos de sus organizaciones.

Últimamente, la medición de desempeño se ha incorporado en la planificación estratégica con el fin de monitorear todas las acciones que una organización considera claves en el desempeño de su misión. Esta herramienta permite observar si los sucesos que acontecen están de acuerdo al plan; si las condiciones de impacto permanecen, evolucionan o cambian de acuerdo a lo estimado; si se observan nuevos agentes que pueden hacer peligrar el plan, o si se observan nuevas situaciones ventajosas no previstas que podrían ser aprovechadas en beneficio de la misión de la organización. De lo anterior, es posible apreciar que la medición de desempeño es una útil herramienta de apoyo a la planificación, a la toma de decisiones oportunas y al mejoramiento de la gestión (Kaplan et al. 1996).

La medición de desempeño no es un sistema policial de control del funcionario municipal en el cumplimiento de sus tareas, sino más bien es un sistema que permite saber con precisión cuál es la capacidad real de la organización para cumplir sus metas, en atención a la disponibilidad real de los medios y recursos, y al conocimiento, experiencia, esfuerzo, capacidad y motivación de su equipo humano. Está más dirigida a evaluar la gestión de los equipos de trabajo que a la gestión personal. Depende, en gran parte, de la información existente en la mayoría de las organizaciones —que generalmente se encuentra agregada—, por lo que el costo de implementar un sistema de medición de desempeño no debería ser elevado. Siempre deberá observarse que el costo de un sistema de medición de desempeño sea menor que el beneficio que este pueda producir.

En las municipalidades, la experiencia no es diferente de otras organizaciones complejas. Los funcionarios municipales y también los directores tienden a concentrarse en sus actividades, sobre lo que ellos ven como importante en su dirección o sector, más que observar los procesos en los que ellos están involucrados. La herramienta primaria para dar dirección, para establecer responsabilidades, para definir roles, para asignar recursos, para monitorear y evaluar desempeño, para integrar los tres niveles de la planificación (estratégico, táctico y operacional) y para tomar acciones de mejoramiento, es la medición.

La propuesta de desarrollar un sistema de medición de desempeño en las organizaciones municipales, obedece a la necesidad de mejorar la eficiencia y la efectividad de la organización, sobre la base de mirar las cosas importantes, fomentar el trabajo en equipo, integrar la información y rescatar la importancia del rol de la organización municipal en el desarrollo territorial, en el mejoramiento de la calidad de vida y en el aumento de las oportunidades de crecimiento. Los objetivos centrales de la medición de desempeño en una organización municipal son:
• Mejorar el conocimiento y el control de los procesos internos.
• Apoyar el mejoramiento de la gestión municipal.
• Mejorar la transparencia de la gestión hacia el municipio.
• Mejorar la localización de recursos en atención al impacto.
• Apoyar la modernización del gobierno local.
• Liderar el desarrollo económico local.
• Para revisar los efectos de las políticas públicas.

• Una evaluación de efectos valora cómo y por qué se logran (o no) efectos en el contexto del municipio y cuál es su contribución al cumplimiento de los programas municipales, estatales, federales y de apoyo internacional, como el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).

La gestión basada en la medición del desempeño es una estrategia útil para cualquier orden de gobierno, en nuestro caso el municipal.

José Hernández Castillo.
Economista, analista y consultor.
hcjoseeconomia@yahoo.com.mx











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