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Las mipymes, el otro desastre

Por José Hernández Castillo



“Más que el brillo de la victoria, nos conmueve la entereza ante la adversidad.” - Octavio Paz



El análisis de la situación que está viviendo nuestro estado por los fenómenos hidrometeorológicos, significara erogaciones millonarias no previstas y la asignación de miles de pesos para infraestructura de remediación, que tendrán que ejercer el gobierno federal y del estado en los siguientes meses. Se ha hablado mucho en los medios que tenía un largo tiempo que esto no había pasado, que la cantidad de lluvia fue de niveles impresionantes, que los escurrimientos de las zonas serranas, que los desfogues de las presas, que estamos preparados para esta época de huracanes bla, bla, bla.

Pero lo cierto es, que las inundaciones pudieron evitarse si los gobiernos anteriores y actuales hubieran invertido en la infraestructura hidrológica necesaria. En nuestros estados, la recurrencia de inundaciones como la sufrida en nuestra entidad, obedecen a intereses políticos que permiten la presencia de asentamientos humanos en zonas de alto riesgo, con infraestructura básica e hidráulica insuficiente y mal hecha, estos patrones de riesgo se extienden con rapidez ante el veloz crecimiento urbano y la ocupación territorial, sin planificación ni gestión adecuada. ¿Por qué seguimos viendo la ocurrencia de afectaciones de forma constante? Sin duda esto nos habla de la falta de efectividad de políticas públicas hacia este problema, y la falta de organización de la misma sociedad en poner presión a los funcionarios públicos. Ante la falta de acciones o la lenta respuesta en materia de acciones gubernamentales, la sociedad debería tomar más relevancia.

Según el informe Evaluación global sobre la reducción del riesgo de desastres 2009, emitido por las Naciones Unidas (ONU), a escala global, el riesgo de sufrir mayores daños por desastres naturales se concentra en los países en desarrollo, ya que padecen deficientes políticas públicas de infraestructura preventiva. Y es que mientras en naciones desarrolladas la inversión fiscal en infraestructura logra abatir la desigualdad social en altos márgenes (12% en España, 9% en Irlanda y 11% en Francia); en México, en cambio, la reducción de la disparidad social es sólo de 2%, según cifras de 2007 del Development Center de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). La respuesta quizá se encuentre en otro documento, el Reporte de Competitividad 2009-2010 del Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés). En este ranking, que compara 133 naciones, la calidad de la infraestructura sitúa a México en el lugar 71 y en el 69 por la competitividad de la misma

Hoy hablaremos del impacto que tienen los desastres naturales sobre la pobreza y las mipymes, analizando una serie de datos, y considerando factores tanto geológicos y naturales, así como capacidad institucional y socioeconómica de los municipios y de la población, las principales conclusiones apuntan a un efecto adverso importante derivado de esos shocks. Como era de esperarse, el panorama no es nada alentador, por ejemplo el noventa y cinco por ciento no tiene un plan para afrontar tales interrupciones, otro indicador nos dice que un impacto en general de un desastre natural puede incidir, en promedio, en un retroceso de hasta dos años en indicadores de desarrollo humano, o incrementar hasta 3.6% la pobreza extrema o 1.5% la pobreza de patrimonio.

Estos resultados sugieren que hay una necesidad de tomar en la agenda políticas públicas acciones específicas encaminadas, por un aparte, a reducir los riesgos que inciden en que estos eventos naturales se conviertan en desastres; y por otra, a ayudar a salir de una crisis a los que resultan afectados. Es necesaria la inversión en infraestructura que reduzca los riesgos, así como en desarrollar planes integrales municipales donde los riesgos se compartan, con incentivos desde los gobiernos estatales y el federal.
Igualmente debe buscarse la creación de microseguros contra desastres naturales para las mipymes y analizar el papel que pudieran representar microcréditos productivos para afectados, así como crear esquemas de trabajo ligados a la misma infraestructura de reducción de riesgos.

Pero ahora por el momento que se vive y por la posición estratégica de las mipymes en la entidad. El gobierno estatal y federal tendrá que implementar de manera inmediata la creación de un fondo de reconstrucción exclusivamente para apoyar a las mipymes y a las personas con actividad empresarial, que hayan sufrido daños en sus empresas y a aquellos que tuvieron pérdidas al 100% de sus negocios. Los recursos económicos los canalizarían mediante el otorgamiento de créditos directos en condiciones preferenciales a las mipymes siniestradas que hayan interrumpido su actividad económica y que servirán para generar un entorno favorable e impulsar la recuperación de la actividad productiva, económica y de servicios de las unidades de negocios, así como la generación de empleos en las zonas afectadas en la entidad.

hcjoseeconomia@yahoo.com.mx


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