En unos pocos días habrá cambio de Gobierno en nuestro Estado de Veracruz, continuara el PRI gobernando por un sexenio más y se renuevan las esperanzas, los deseos y los sueños de millones de veracruzanos, por lo que una de las primeras acciones que tendrá que realizar como Gobernador el Lic. Javier Duarte de Ochoa, al día siguiente de asumir el cargo, es comenzar a restaurar la confianza de sus ciudadanos, por lo que todo mundo se debe de enterar, que desea estar en contacto con ellos. Así que aprovecho para traer a la actualidad algunos conceptos del ex Secretario de Estado norteamericano y uno de los estadistas más importantes de Estados Unidos, General Colin Powell, dados en una conferencia magistral de Expomanagement 2006, en la cual expone las exigencias del liderazgo en tiempos de cambio y algunas estrategias para alcanzar el éxito. Entre ellas, destaca la importancia de la tecnología de la información y de la educación. «Lo primero que hice como Secretario de Estado fue actualizar todo el sistema informático. La tecnología de la información hoy en día es vital y tiene que ser el principal aliado de un líder, para llevar a cabo y conseguir una misión».
Principios de Powell
1) Haga que el rendimiento y el cambio sean prioridades en la dirección de la organización.
Aumentar el rendimiento y retar el "status quo" son dos elementos clave para el éxito. Ayude a que otros puedan hacer lo mismo. Provea a las personas de las herramientas, tecnologías y los adiestramientos necesarios para desarrollar sus habilidades y destrezas: de este modo se incrementará el nivel de responsabilidad personal. Ayude a que las personas eliminen hábitos y esquemas que ya no sirven ni cumplen ninguna función en la organización. Fomente la experimentación y aquellas medidas innovadoras que reemplazan los "viejos modos". Debe crear una cultura de curiosidad e innovación en donde las "vacas sagradas" sean arrinconadas hasta su extinción.
2) Defina las reglas del nuevo juego y logre que todos participen de ellas.
Establezca una amplia agenda de trabajo con las prioridades, metas y valores y provea a todos de las herramientas y adiestramientos necesarios para que emprendan acciones ambiciosas. Insista en que cada uno debe asumir la responsabilidad de buscar el mejor modo de ejecutar los puntos de la agenda.
3) Asegúrese de que los mejores estén más satisfechos que aquellos de pobre rendimiento.
Recompense a aquellos que se han comprometido más con la nueva agenda. Recuerde que esto no es un juego de suma cero y que existen oportunidades para todos. No adopte la actitud de los "primeros que crucen la meta".
4) Deshágase de aquellos de pobre rendimiento.
Haga frente a las personas que no rinden. Evite que estos malgasten los recursos o desmoralicen al resto de los empleados.
5) Considere la posibilidad de que si nadie se considera machacado, quizás usted no está presionando lo necesario.
No se equivoque: no se trata de crear hostilidades en la organización, sino de obligar a que los empleados adopten compromisos.
6) Mantenga un sistema real de puertas abiertas.
El líder debe fomentar la comunicación en cada rincón: "el día que la gente deja de venir a contarle sus problemas, usted ha perdido su liderazgo".
7) Fomente un sistema "ruidoso".
Haga que todos participen en el flujo de información. Promueva la diversidad de opiniones y el choque e intercambio de ideas.
8) Use todos los medios a su alcance para crear mayor comunicación y nunca permita que los rangos o jerarquías se interpongan en el proceso.
Hay que airear las opiniones de aquellos que están en primera fila. Invite a gente de fuera a que participe en la discusión. No se debe tener miedo de compartir información con las personas adecuadas.
9) Use la tecnología para incrementar el nivel de comunicación.
Utilice el poder de las nuevas tecnologías en orden, para asegurarse que todos están incluidos. Invierta en los recursos necesarios para que la información fluya libremente por la organización. Más importante aún, cree un clima psicológico en el cual este fluir de la información sea percibido como un recurso y no como una amenaza.
10) Evite las barreras y las guerras internas que impiden la comunicación.
Derribe las barreras que impiden la comunicación. Recompense a aquellos que se apuntan en el nuevo proceso. Tome medidas especiales para penalizar a aquellas personas que intenten establecer de nuevo las barreras. Repita: "es mejor estar abiertos al dialogo cándido y honesto entre todos".
11) Mire lo que ocurre hoy y supervise el ambiente para mañana.
No se ancle en el pasado. Incluso en el mejor clima busque pistas en el horizonte. Sepa adaptarse a nuevas situaciones.
12) Rete la sabiduría prevaleciente.
Siempre debe preguntarse: ¿qué nos dice la información recopilada?
13) Cuídese de cometer miopía competitiva.
Cambie su modelo antes que alguien lo haga por usted. Recuerde que los cementerios corporativos están llenos de organizaciones que fallaron al no tomar medidas preventivas.
14) Haga que el cambio signifique crecimiento.
Los seres humanos se resisten al cambio, porque el cambio produce crecimiento. Por lo tanto, los seres humanos se resisten a crecer, incluso si el crecimiento los mantiene felices y bien empleados. Los líderes necesitan conectar con aquellos puntos de manera constructiva. Haga que los cambios sean equivalentes crecimiento y que el crecimiento sea equivalente a satisfacción.
15) Nunca sabrá lo que puede obtener hasta que no lo intente, por lo tanto inténtelo. Viva de acuerdo al dicho militar "sin coraje no hay gloria".
Es mejor que las cosas se realicen adoptando riesgos inteligentes y calculados, en vez de seguir los procesos normales. Muchas veces es más fácil pedir disculpas por hacer algo que conseguir autorización para realizarlo
16) Haga lo mejor persiguiendo cada opción.
Presione para que las cosas se realicen, ya que muchos profesionales se han visto bloqueados debido a la reticencia de un gestor que les cierra el paso. No es hasta que se produce un resultado exitoso que se encuentra el nivel que separa a los empleados más valiosos del resto.
17) Haga que todo el mundo quiera esforzarse.
No importa que dirija un pequeño departamento o una gran organización: a usted le corresponde el crear un contexto en el cual cada uno desee tomar acciones que constituyan una diferencia.
18) No castigue los fracasos.
A menos que las personas sometan a la organización a riesgos indebidos. Nunca es pecado fracasar en algo, sobre todo cuando se persigue un buen objetivo. Eso sí: hay que encontrar los medios para evitar que un mismo error se cometa dos veces.
19) No invierta en organizaciones que castigan a aquellos que toman riesgos.
Este es un corolario del principio número 17. Si usted trabaja para una organización que limita los esfuerzos de cambio y penaliza a aquellas personas que toman riesgos, comience a actuar para marcharse del lugar: recuerde que usted será más atractivo para un futuro patrono.
20) Sea un des-organizador.
Para evitar las ilusiones y la arrogancia nunca deje de dudar. Es necesario retar los hábitos y convencionalismos de la "sabiduría".
21) No acepte el valor de las cosas por sus apariencias.
Mantenga siempre una saludable dosis de escepticismo porque casi siempre las cosas no son lo que parecen ser.
22) Recuerde que el éxito puede conducir al fracaso y que la complacencia es el enemigo.
Hoy en día, estar contentos con el "status quo" es peligroso. Dirija con ciertas dosis de paranoia.
23) Ponga la verdad y la integridad por encima de todo lo demás.
Es mejor una verdad desordenada que mentiras disfrazadas que al final se conocerán. No tenga miedo de la verdad.
24) Profundice siempre algo más.
No se conforme con una política de puertas abiertas, es necesario sacar la verdad a la superficie.
25) Hay que retar los pros en la propia empresa con el propósito de obtener una mejor solución.
No solo hay que retar, hay que atraer soluciones.
26) Mantenga la dignidad, el respeto y el honor mientras esté en desacuerdo con algo.
Se puede no estar de acuerdo, pero no hay razón para ser desagradables. Respetando la dignidad de sus superiores se mantiene la propia.
27) Sea paciente.
Si su posición es la correcta, tarde o temprano el tiempo le dará la razón.
28) Establezca un marco en el cual todos se sientan libres de decir lo que piensan.
Esto ayudará a que todas las ideas sean bien acogidas y todos se atrevan a exponer su opinión.
29) La ejecución es la clave.
No establezca una visión o misión a menos que esté preparado para implementarla con suma eficacia.
30) Seleccione sus batallas.
Eleve el valor de la misión solo hacia aquellas cosas que son vitales para el éxito de la organización.
31) Manténgase flexible. Si se escogen las batallas no hay razón para que en la primera ocasión en que las cosas no salen como usted esperaba se marche.
32) Recuerde las tres "C": claridad, compromiso y consistencia.
Cuando hay claridad, compromiso y consistencia se le añade una inmensa fuerza a la organización. También usted se construye su propia credibilidad y autoridad, lo cual es un "plus" adicional para la organización.
33) Mantenga las cosas simples.
(Recordar KISS, keep it simple, stupid). Los mensajes simples son los mejores mensajes.
34) Cuente más con las personas que con los planes o estructuras.
Sin las personas las organizaciones no serían nada.
35) Asuma que las personas son competentes y que todo trabajo es importante hasta que se pruebe lo contrario.
Todas las posiciones y funciones son vitales hasta que tengamos información certera que diga lo contrario.
36) Dedique al menos el cincuenta por ciento de su tiempo a las personas.
Dedique gran parte de su tiempo al proceso de selección y reclutamiento de la plantilla, a evaluar su rendimiento y a mejorar sus condiciones de trabajo.
37) Visualice a las personas como compañeros sin importar el lugar que ocupan en la jerarquía de la organización.
Cada persona aporta sus experiencias y conocimientos para ayudar a cumplir la misión.
38) Conviértase en un "sirviente líder" que trabaja para su gente.
Dedique sus esfuerzos a ayudar a las personas a realizar las metas que emanan de la visión.
39) Controle los detalles antes y durante el lanzamiento de un gran proyecto o campaña.
No se pueden tomar decisiones importantes si no se dominan los detalles.
40) Utilice el dominio de los detalles para las grandes decisiones y una gran ejecución.
De este modo se evitan los errores, se capitalizan las oportunidades y se tiene a las personas enfocadas en lo que cuenta para la organización.
41) Manténgase en contacto con las "pequeñas cosas".
El que aspira a grandes cosas no puede perder el control de las cosas pequeñas.
42) Evite el análisis que provoca parálisis.
De ese modo se asegura que tiene la información que necesita para tomar una decisión.
43) Recuerde que la disciplina ante los detalles es disciplina en la estrategia.
Si tiene los detalles entonces sabe en qué dirección debe ir.
44) No dirija la gestión por modas pasajeras.
No hay elixires mágicos que sirvan para todas las situaciones. El trabajo del líder es encontrar la mejor solución y adoptar la dirección y el curso de acción que mejor se ajusta a la situación.
45) Esté preparado para cambiar cuando sea necesario.
Ningún líder hace planes para estar cambiando continuamente. Pero si un líder dirige de una manera lo suficientemente flexible como para adoptar cambios de manera rápida, eso es algo bueno para la organización.
46) Nunca pelee la última guerra.
Vivimos tiempos de incertidumbre: no crea que por adoptar posturas drásticas se resolverán los problemas.
47) Móntese en el cambio antes que gestionarlo.
Es mejor crear una empresa ágil, rápida y flexible que intentar manejar lo desconocido. Las organizaciones eficaces están preparadas de diversas formas para enfrentar los problemas.
Nunca permitas que el trabajo te consuma, que no quede nada de lo que pertenece a ti y a tu familia. No permitas que tu profesión sea la única razón de tu existencia. Siempre debe existir un equilibrio entre trabajo y familia. Powell recomienda crear un ambiente alegre y equilibrado para todos, que procuremos divertirnos en nuestro puesto. Y es que según varios estudios, aquellas personas que lo hacen tienen un mayor rendimiento, son más innovadoras y saben trabajar bajo presión. También nos recuerda que no hay que confundir horas dedicadas con productividad, por lo que nos exhorta a ausentarnos cuando lo merezcamos.
Como hemos ido viendo, los secretos del liderazgo de Colin Powell no son tan secretos. Powell es uno de los hombres más poderosos del mundo y sus decisiones tienen un tremendo impacto sobre la vida de millones de personas por toda la Tierra. Sin embargo, él es muy consciente de que el liderazgo no son rangos, ni privilegios, ni títulos, ni dinero, sino responsabilidad y compromiso. Cada uno de nosotros en nuestras respectivas organizaciones está llamado a realizar sacrificios, pero como hemos visto, los líderes son los llamados a ser los más sacrificados. El liderazgo es responsabilidad y por encima de todo significa soledad. Los líderes que aceptan el peso de su posición saben que deben dar soluciones que muchas veces ponen en riesgo el futuro de la empresa. Él asume el reto con conciencia y seriedad y sobre ello le gusta citar el primer discurso de Thomas Jefferson como presidente: "yo camino obediente hacia el trabajo, pero listo a retirarme cuando los ciudadanos entiendan que hay una mejor alternativa..." Powell sabe, como buen líder, que ese día puede ser mañana.
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