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LAS INSTITUCIONES MICROFINANCIERAS Y EL TIPO DE INTERES.

Por José Hernández Castillo




"Una característica fundamental de nuestra economía es que el sistema financiero oscila entre la robustez y la fragilidad, y esa oscilación es parte integrante del proceso que genera los ciclos económicos".- (Hyman Minsky)- Economista Estadounidense PosKeynesiano.




Aunque el concepto de las microfinanzas es probablemente muy antiguo, el término ha sido acuñado recientemente. Empezó a usarse en los años sesenta y setenta del siglo XX, por organizaciones como ACCIÓN International, Opportunity International y Grameen Bank . En los últimos treinta años las microfinanzas han conocido un notable desarrollo. De un lado, han adquirido carta de naturaleza entre los instrumentos de las políticas públicas y privadas dirigidas a fomentar el desarrollo de los países y a reducir la incidencia de la pobreza y la vulnerabilidad de los más desfavorecidos. El objetivo social, humano y económico que se atribuyó a las microfinanzas en sus principios les dio inmediatamente un halo de respetabilidad, que han mantenido a lo largo de las décadas. Pero, con el paso del tiempo, han surgido también las críticas.


Las microfinanzas pretenden poner los servicios financieros de una institución bancaria moderna (créditos y préstamos, depósitos e instrumentos de ahorro, seguros, mecanismos de pago y de transferencia, fondos de pensiones, asesoramiento financiero, etc.) a disposición de personas que, sin su ayuda, serían excluidas del acceso a esos servicios. Las causas de esa exclusión pueden ser muy variadas: la localización geográfica (porque viven lejos de los centros de población), la falta de ingresos o de patrimonio, su casi nula formación financiera, la falta de antecedentes sobre sus actividades financieras, u otras razones que, en todo caso, harían demasiado costosa y no rentable su relación con una institución financiera tradicional.


¿Quién proporciona esos servicios microfinancieros? Una amplia gama de instituciones, desde bancos comerciales y cajas de ahorros hasta compañías financieras no bancarias, bancos públicos y bancos de desarrollo, cooperativas financieras, organizaciones no gubernamentales, fundaciones, etc. Uno de los puntos que más polémica suelen provocar en la discusión sobre los microcréditos es el nivel de los tipos de interés cobrados por los mismos, que suelen ser muy altos (a veces, superiores al 100% anual). Los argumentos que suelen darse para justificarlos son los siguientes:


1. Las alternativas a las que tienen acceso los clientes de los microcréditos se caracterizan también por tipos de interés muy altos (por ejemplo, los prestamistas informales y las casas de empeño pueden cobrar tasas diarias del 20%). Se trata, no obstante, de productos distintos: el microcrédito financia capital de un negocio, que no puede pagar tipos de interés tan altos durante períodos de tiempo largos, a diferencia del crédito informal, que cubre necesidades urgentes y muy breves.
2. La rentabilidad de las microempresas en países como el nuestro es muy alta, sobre todo en el sector informal de la economía, no sujeto a impuestos, regulaciones y restricciones legales. Por ello, la mayoría de los clientes de las entidades microfinancieras pagan sus préstamos y vuelven repetidamente a pedir nuevos préstamos: este patrón demuestra la convicción de los clientes que los préstamos les permiten ganar más que el interés que tienen que pagar. Con todo, la objeción a los tipos de interés altos se basa en que otros muchos clientes, probablemente los más pobres, no podrán pagarlos.


3. El tipo de interés real incluye la prima de riesgo: el prestamista considera la probabilidad de que un crédito no le sea devuelto, total o parcialmente, y eleva el tipo de interés cobrado por todos los créditos para cubrir esa pérdida esperada. Y aunque la tasa de devolución de los microcréditos suele ser muy elevada, el colectivo sigue siendo de alto riesgo, especialmente por su vulnerabilidad. Y no hay instrumentos para cubrir esos riesgos, sea individualmente (por falta de historial financiero de los deudores potenciales), sea colectivamente (no hay instrumentos de cobertura adecuados).


4. Las instituciones de microfinanzas necesitan fondos, que pueden obtener de financiamiento público o privado, pero que habitualmente procederán de los fondos de la propia entidad. Por la naturaleza de sus operaciones y el riesgo inherente a las mismas, esas entidades no suelen tener acceso a fondos baratos de inversores internacionales, y muchas de ellas tampoco llevan a cabo operaciones de banca al por menor. En consecuencia, los tipos de interés cobrados deben cubrir esos costes de financiación, elevados y volátiles.


5. Los tipos de interés deben cubrir también los costes de operación y de transacción, que suelen ser muy elevados: los clientes están a menudo lejos y dispersos; las visitas a los mismos son frecuentes; los costes administrativos (de estudio y decisión, monitorización y ejecución) no son inferiores a los de una entidad financiera tradicional, pero la cuantía de los créditos es muy reducida, de modo que difícilmente se cubren los gastos fijos del negocio, y la cuantía de los créditos no proporciona economías de escala ( es tan caro gestionar un crédito de 1000 pesos como uno de 100,000). Y la falta de historial de los clientes potenciales dificulta el uso de técnicas bien conocidas por los bancos comerciales.. Además, las estructuras administrativas de bastantes entidades no son las más adecuadas para minimizar los costes de operación, de modo que su eficiencia puede ser reducida.


6. Las entidades que entran en la concesión de microcréditos pueden enfrentarse a costos adicionales, si no tienen éxito en su iniciativa, mientras que sus ventajas pueden desaparecer, en caso de éxito, por la entrada de nuevos competidores.


La conclusión de todo lo anterior es que los altos tipos de interés de los microcréditos pueden estar justificados por la estructura de costos de los prestamistas, y no necesariamente implican una explotación de los deudores. Con todo, los tipos de interés son elevados, sobre todo teniendo en cuenta que hay también otros costes que recaen sobre los prestatarios, como los de monitorización de los miembros, el ahorro forzado, a menudo un seguro de vida, etc.


Además, es frecuente que las instituciones de microcrédito cobren el interés fijado sobre el importe total del préstamo, no sobre la parte utilizada; esto simplifica las operaciones y reduce los costes de gestión, pero encarece también el crédito para el deudor (es una forma de elevar la carga de intereses sin aumentar el tipo anunciado). Esto no obsta para que, como hemos indicado, haya una demanda importante de microcréditos, incluso a tipos de interés altos, en parte porque la alternativa (el recurso a los prestamistas informales o “usureros”, por ejemplo) es aún más cara.


hcjoseeconomia@yahoo.com.mx



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ATREVERSE A CAMBIAR: CÓMO DESPERTAR AL EMPRENDEDOR QUE LLEVAMOS DENTRO

Por José Hernández Castillo



“Encontrarás que tienes paz de la mente, puedes disfrutar de ti mismo, y descansar cuando sabes que diste un cien por ciento de esfuerzo - ganes o pierdas” - Gordie Howe -




Hoy reflexionaremos de forma irónica y paradójica sobre el tema de los emprendedores, aunque, ojo, desde una perspectiva mexicana, esta vez nos preguntaremos si todo el mundo debe y puede convertirse en emprendedor. En medio de un horizonte laboral y económico sombrío, la idea de ser dueños de nuestro propio destino es muy tentadora. ¿Pero cómo lograrlo? No todos llevamos un emprendedor dentro que nos empuje a materializar el negocio con el que soñamos.

En una época en la que mucha gente está perdiendo sus empleos, con la reducción de los puestos de trabajo, las dificultades de colocarse en el mercado de trabajo formal crecen de manera impresionante, la competencia es brutal, al punto que se sacrifican las expectativas por un mejor salario a cambio de un ingreso seguro en una plaza que tenga al menos las prestaciones laborales básicas.

El mercado de trabajo en México ha venido mostrando desde siempre, fuertes dificultades de crecimiento y con la actual crisis se están manifestando más bien pérdidas en plazas de trabajo o bien crecimientos orientados solo hacia el sector servicios y especialmente en la economía informal.. ¿Cuál es el primer paso que tienen que dar las personas para lanzarse a emprender? ¿Tiene que producirse algún tipo de cambio en su mentalidad?

El primer paso de cualquiera que quiera emprender es concretar qué producto o servicio puede ofrecer al mercado. Esta condición es necesaria pero no suficiente, ya que la dimensión emocional de llevar este producto o servicio desde la idea hasta la realidad, no es fácil, puesto que hay mucha gente que sí tiene una idea, pero nunca reúne el coraje de llevarla a cabo. En este sentido, la definición de ‘emprendedor’ son todos aquellos que asumen riesgos en su día a día y que plasman su ambición en proyectos que juntan a otras personas alrededor de un plan de trabajo, se juegan su reputación y buscan mejorar su entorno de alguna forma.

Para emprender uno tiene que estar dispuesto a cambiar completamente su modo de ver el mundo, de pensar y de ser. Teniendo un producto o servicio que los demás están dispuestos a comprar, uno tiene que confiar en sí mismo para salir al mercado y ofrecerlo, y para negociar un precio justo por el valor que aporta. También necesita construir su confianza en el mercado de clientes, los riesgos que enfrenta y las oportunidades reales.

Otra capacidad que debe de tener, es la de navegar sin seguridad y enfrentarse al riesgo. El emprendedor no tiene un jefe que le mande y, por ello, tiene una libertad para equivocarse que nunca le habrán dado en un empleo fijo. El emprendedor debe aprender a seguir trabajando también en los días malos, y a confiar en su plan estratégico. El trabajo bien hecho acaba dando resultados si uno se esfuerza.

Por otro lado, cada decisión que toma el emprendedor contiene el riesgo de equivocarse. Hay que aprender a vivir con el riesgo, a medirlo bien y a tenerlo siempre en el punto de mira para identificar las señales de peligro.

Estas capacidades están contenidas en dos cosas: la confianza en sí mismo y en el futuro. El acto de emprender nuevos proyectos, asumir riesgos y correr sin un rumbo claro se apoya en ambas cosas. La confianza en sí mismo ayuda al emprendedor a plantearse retos mayores y riesgos más difíciles porque piensa que puede superarlos, y se ancla en su concepto de sí mismo, en el lado intelectual, pero también en cuánto se valora, en el plano emocional. La capacidad para esforzarse, tomar iniciativas y auto-motivarse son componentes importantes de esta confianza en su propia capacidad.

La confianza en el futuro no es un optimismo simplista o soñador, sino un conocimiento claro de las oportunidades que ofrece el mercado y la elección de las mejor adaptadas al emprendedor. Tiene que ver con su percepción de los riesgos y su comprensión de su vulnerabilidad en diferentes situaciones, y se nutre de su convicción en el proyecto, como fuerza emocional clave para seguir alimentando sus ganas de trabajar.

Un tema muy importante a calibrar en el desarrollo de ambas confianzas es el efecto de contagio de las personas con las que el emprendedor interactúa. Es vital buscar amistades y alianzas con gente dinámica y optimista, y saberse proteger de los influjos menos optimistas que llegan de empresas, familiares o incluso los medios, que sabotean la fortaleza emocional del emprendedor.

La parte más difícil de aprender, es precisamente la emocional. No es algo que se aprenda por leer libros ni por ver a los demás haciéndolo. Además nuestros sistemas educativos sólo nos enseñan a estudiar conocimientos técnicos. En este sentido, aprender a ser valiente sólo se consigue lanzándose a la alberca, experimentando en la piel el peligro de ahogarse, y comprobando que uno puede defenderse y salir del agua. El análisis de las experiencias pasadas nos permite así definir modos mejores de enfrentarnos a los riesgos y nos hace más atrevidos.

Si el emprendedor tiene un buen proyecto y tiene convicción, la parte más difícil está hecha. Los instrumentos se consiguen cuando uno está convencido de lo que hace, ya que la gente busca confianza y aplomo; y así es cómo llegan clientes, inversores, proveedores y colaboradores.

Hay miles de libros y páginas web que dan los conocimientos técnicos necesarios para emprender: cómo escribir el plan de negocio, cómo encontrar financiación y qué pasos hay que dar para encontrar clientes. Pero para poner en práctica todos estos consejos técnicos, el emprendedor tiene que sentir fuerza y coraje y mantener esta fuerza a lo largo de todo el proyecto.

Los expertos nos muestran que los ingredientes principales del espíritu emprendedor, la confianza en uno mismo y la confianza en el futuro, se aprenden en los primeros años de vida y en el seno familiar. El primer paso para desarrollar espíritu emprendedor es que los padres eviten sobreproteger a sus hijos, los animen a experimentar y les recompensen cuando se levantan después de haberse caído, luego la escuela y la universidad pueden aportar ejemplos de emprendedores en charlas y cursos, y poner en marcha proyectos que enseñen a los alumnos que uno puede cambiar el mundo a su alrededor si se arriesga. Si las escuelas y universidades premian a los alumnos proactivos, están entrenando una actitud de atrevimiento que sigue creciendo durante todo el recorrido profesional del alumno.

El contexto cultural de cada país define los modelos de éxito y en concreto, cuánto debe uno arriesgarse para triunfar en la vida. En México tenemos una cultura muy conservadora que se observa en la enorme protección de los padres hacia sus hijos, lo cual les corta la iniciativa más adelante. Pero también se ve en que muchos buscan el empleo fijo y en que muchos se ríen de los emprendedores (por la falta de seguridad laboral). Tenemos que pasar de una cultura en la que el funcionario es el más listo y el emprendedor el más loco a todo lo opuesto: nuestra mejor esperanza de futuro como país está en nuestros emprendedores. Los de ahora y los que vendrán.

Este es un buen momento para ser emprendedor, dependiendo de lo que se entienda por ‘buen momento’. Siempre es más cómodo elegir el camino fácil y poco arriesgado. Pero ese camino es, irónicamente, la peor trampa de todas, porque nos vuelve más frágiles y, de repente, un día se acaba sin previo aviso.

En este momento, ser emprendedor es el único camino profesional para muchos de nosotros. La necesidad nos empujará a todos a asumir riesgos mayores, y esto va a hacer que ser emprendedor sea mucho más fácil que antes. En México, debemos de empezar a ayudarnos entre nosotros, ayudar a los emprendedores, y apreciar el enorme valor que tiene alguien que se juega su patrimonio personal por crear una empresa y generar empleo.

Lo único bueno de esta crisis es que, gracias a ella, todos vamos a aprender a emprender más y formar un tejido empresarial bueno y nutrido, para que entre nosotros haya muchos más emprendedores y personas con más iniciativas, todo esto es positivo para la sociedad.

hcjoseeconomia@yahoo.com.mx

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Causas Más Frecuentes Por que Las MiPyMes Fracasan.

Por José Hernández Castillo.



“El éxito no se logra sólo con cualidades especiales. Es sobre todo un trabajo de constancia, de método y de organización.” -J.P. Sergent-





Este es un articulo que tal vez le interese a muchos emprendedores que son dueños de una pequeña empresa o que están pensando en iniciarla y que quieren sacarla adelante y no verla morir pocos años después de haber empezado con su sueño y trata de las causas por las cuales no muchas empresas logran surgir y obtener un crecimiento económico sostenible a diferencia de muchas otras.

Las Micro, Pequeñas y Medianas Empresas (MiPyMes) han sido las mayores generadoras de empleos en el país, con 75 por ciento de los registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). Las MiPyMes han logrado tener una vida en promedio de 4.5 años, "son pequeñas empresas cada vez más sólidas, más durables e institucionales, por lo que hay que reforzar los programas de apoyo, porque son ellas las generadoras de empleo".
Este sector representa más de 99 por ciento de las compañías en todo el país, generan siete de cada 10 empleos y representan 60 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB). Cada año nacen muchos nuevos negocios, los estudios especializados en el tema, indican que sólo la mitad alcanza a sobrevivir antes de cumplir dos años, de acuerdo con las estadísticas, una de cada cinco nuevas empresas consigue llegar a los diez años. Estas cifras se repiten incansablemente.

La realidad es que el concepto de fracaso es muy amplio: muchos propietarios concluyen sus negocios por una diversidad de razones: llegan a ganar más dinero en otras actividades, se aburren, venden su negocio a terceros o simplemente se retiran.

Un considerable número de pequeñas empresas se ven en problemas año tras año; esto es normal porque no es fácil levantar un negocio de la noche a la mañana, ya lo sabemos: se requiere un gran esfuerzo y una enorme dedicación.

Como cada caso es totalmente diferente, el empresario que se inicia como tal, debe comprender que sus primeros años de actividades son una forma de ganar experiencia; cada una de las nuevas situaciones debe ser aprendida.

Pero, aún así, cada día numerosos emprendedores están lanzando nuevos proyectos y empresas, ya que aún con las estadísticas en contra, ser emprendedor es asumir riesgos, es decidir tomar el control de su futuro, ya sea auto empleándose, al crear su propia empresa independiente, o como parte de un equipo, compartiendo ideales, y esfuerzos con otros socios.



He separado una serie de aspectos comunes, que constituyen los F.C.F. (Factores Claves de Fracaso) y estoy persuadido que si recorremos e identificamos estas similitudes, estas "claves", el tenerlas presentes de antemano, hará incrementar sus oportunidades de éxito, sea que esté por emprender un negocio, o que el mismo esté en marcha.



Los F.C.F. son:



1. Falta de experiencia. Conocer a la perfección la actividad comercial que se pretende desarrollar es indispensable y muchos emprendedores se entusiasman con alguna idea.
Antes de invertir en ella, deben empaparse de todos los aspectos de la misma, una buena forma es trabajar por algún tiempo en una empresa que desarrolle la actividad comercial en que pretenden incursionar, de este modo se gana experiencia sin invertir dinero.


2. Una ubicación errónea. El punto en donde se ubica un negocio y el alquiler que paga son un aspecto vital. No hay que sentirse tentado sólo porque el alquiler es bajo: tal vez ningún cliente pasará por allí. De la misma manera, no hay que buscar un local caro en una zona elegante si es improbable que el movimiento total de su negocio cubra los costos. La investigación inicial del mercado debe ayudarlo a identificar una ubicación apropiada.



3. Optimismo exagerado. Hasta hace pocos años la oferta de toda clase de productos y servicios era limitada. Esto ha cambiado radicalmente. Toda nueva empresa debe investigar el mercado al que pretenden ingresar, estudiar los competidores y hacer anticipadamente predicciones y objetivos de sus ventas con base en un adecuado análisis.



4. Ignorar a la Competencia. La lealtad del cliente se basa en la lealtad hacia la mejor satisfacción de sus necesidades, los clientes van a donde obtienen los mejores productos, servicios y precios, y con mayor comodidad y facilidades de pago, aún cuando esto implique romper relaciones comerciales de muchos años.

Es imprescindible hacer un monitoreo constante de lo que hace la competencia (un buen Benchmarking) y no dudar ni un instante en "tomar prestadas" sus buenas prácticas e ideas. Más aún, una "clave de éxito" sería que cada semana usted dedicara algún tiempo a idear nuevos métodos, procedimientos, productos y/o servicios para su empresa.



5. Ignorar las necesidades de sus clientes. Este podríamos llamarlo un "Pecado Capital". Atraer los clientes cuesta muchísimo dinero y esfuerzo, pero una vez que, con una adecuada estrategia de marketing, estos se acercan, usted tiene que trabajar muchísimo más fuerte para mantenerlos.

Ya que los clientes que mayores utilidades le dejarán a su negocio son los clientes más antiguos. El Customer Service ( servicio de atención a clientes ) debe ser un aspecto clave de su empresa. Si usted no se preocupa por sus clientes, puede estar seguro que ellos encontrarán a alguien que si lo haga.



6. No se cuenta con una estrategia de marketing o mercadotecnia. Producir algo o tener un inventario para la venta es una parte del negocio. Lo más importante es tener una estrategia y tácticas muy bien definidas de la forma de llegar al mercado.
Una empresa partamos de la base que ofrece un producto o servicio competitivo y útil, tiene solo dos maneras genéricas de ganar dinero; una es incrementando las ventas y la otra es controlando los costos y gastos.


Ahora bien, lo primero es lo primero, no existe negocio si no hay ventas. Además el tan conocido dicho popular acerca de que algunos productos o servicios "se venden solos" es simplemente eso, un dicho. Es impresionante ver la cantidad de negocios que no se preocupan en absoluto del marketing o mercadotecnia, esperan que los clientes lleguen, sin hacer el más mínimo esfuerzo o inversión.


Si usted no tiene tiempo, ganas o experiencia para hacer un buen marketing o mercadotecnia de su producto, servicio, empresa o de su persona, usted debe contratar a alguien experimentado que lo haga por usted.


El marketing es lo que hace que sus productos se sigan vendiendo, que los ingresos sigan "fluyendo" hacia su empresa. Es fundamental hacerlo y sobre todo "hacerlo bien".



7. Problemas de flujo de fondos. Bueno supongo que usted estará pensando (que obviedad, sobre todo si su negocio está en algún país como México que estamos en crisis permanente, el tema que estoy planteando aquí, es que usted debe ser un maestro en la administración de su Cash Flow (flujo de fondos). Debe conocer al centavo de donde viene y a donde va cada peso en su empresa y esto aún cuando usted posea un capital de trabajo más que suficiente, si no lo controla eficientemente hará que su empresa tambalee.

Además usted debe aprender a hacer proyecciones realistas de sus fondos, para anticipar sus necesidades, para evaluar las estrategias a seguir, para gestionar el futuro de su empresa.



8. Planeamiento inadecuado o inexistente. Bueno, aquí otro de los Pecados Capitales, desgraciadamente algo muy común en empresas nuevas y no tanto, ya que no es común hacer Planeamiento en MiPyMes, y en algunas grandes empresas también, por que aún cuando realizan ciclos de planeamiento, presupuesto, etc., esto suele tomarse como una mera formalidad, desperdiciando la potencialidad de estas herramientas.


Por suerte, gracias al boom de Internet, la globalización, y a los avances en las comunicaciones, en los últimos años estos conceptos están volviéndose temas de conocimiento popular.

Cada vez es más común hablar de Planes de Negocios, Estrategias, Análisis FODA, Planificación Estratégica, etc.

Conceptos que no son nada nuevos, pero que aún hoy en la concepción de muchísima gente son cosas "Para Grandes Empresas" y al plantear esto están pasando por alto que es justamente contra estas grandes compañías que sus empresas estarán compitiendo por mercado, recursos, etc.

Toda empresa debería guiar sus acciones por un plan de negocios, y un plan estratégico. Escribir un Plan de Negocios es diferente a hacer Planificación Estratégica, para simplificar (aunque no es estrictamente correcto) uno usualmente escribe un business plan cuando está empezando algo nuevo, una empresa, un nuevo producto o servicio dentro de un negocio. La estrategia apunta más hacia el crecimiento del negocio, donde por ejemplo, dentro de dicha planificación puedo prever el lanzamiento de un nuevo producto. Para el cual luego haremos el correspondiente plan de negocio para su desarrollo y lanzamiento. En cuanto a la planificación estratégica, no hace falta manejar complejísimos planes estratégicos, simplemente hay que comenzar por fijarse metas concretas, con vencimientos y que sean medibles, que sean lo suficientemente ambiciosas para motivarnos y desafiarnos, pero no tan grandes como para que las creamos imposibles de antemano.


Luego debería escribirse (si leyó bien escribirse no sirve hacer esto solo en su mente), los pasos a seguir, los recursos necesarios, los pasos intermedios (objetivos intermedios a ir cumpliendo para llegar a nuestra meta, no va a pasar a vender un 1000% mas de un día para otro simplemente por desearlo.), los plazos ( es decir toda una batería de estrategias y tácticas que empleará en los próximos meses, con los recursos involucrados para obtener los resultados esperados).


Examine su lista todos los días y asegúrese de estar haciendo todo lo necesario para cumplir sus objetivos, analice los desvíos, busque las causas, y redefina sus tácticas para cumplir con sus objetivos.



9. Costos iniciales altos. Los nuevos negocios deben ser sobrios y medidos; no hay que gastar mucho ni demasiado pronto en instalaciones, accesorios y equipo.
Aquellos que han trabajado en grandes negocios a menudo empiezan con estándares extravagantemente altos.

Esperan tener a la mano una computadora de última generación, un escritorio de caoba, dos o tres líneas telefónicas y sentarse desde el principio en una oficina estilo ejecutivo.
Dichos gastos generales se deben distribuir a lo largo de la venta del producto/servicio, ya que se puede perder la ventaja competitiva si es demasiado ambicioso.


10. Consecuencias de un crecimiento temprano. Muchos emprendedores piensan que sus problemas han terminado una vez que los clientes empiezan a llegar, pero tal vez han iniciado cuando apenas han empezado.

Un negocio cambia con mucha rapidez de forma y de tamaño en sus comienzos; a medida que aumentan las ventas, se necesitan sumas de dinero cada vez más grandes para alimentar ese crecimiento y se corre el peligro de vender en exceso, es decir, de crecer con mayor rapidez de lo que permiten los recursos de efectivo.



11. Confundir el efectivo con las utilidades. El efectivo que fluye hacia el negocio no ha sufrido ninguna de las deducciones automáticas que tuvo el cheque del sueldo de un empleado. Es muy frecuente encontrarnos con que los empresarios ceden a la tentación de utilizar ese efectivo para mantener su estándar de vida, y cuando llegan las cuentas de los proveedores, de los seguros, el impuesto al valor agregado, etcétera, no pueden pagarlos.


Los Impuestos sobre Ingresos y los Impuestos de Consumo son la causa principal de la liquidación de muchos negocios, algo muy interesante de considerar en tiempos como los que vivimos en México.



12. Dilación. Siendo usted el propietario de una MiPyMe o a punto de emprenderlo, seguramente se habrá encontrado con que las tareas, la papelería y el trabajo de oficina, se apilan creciendo a ritmos sorprendentes, como si tuviesen "vida propia", y es un error común ir dejándolos de lado, postergándolos mientras uno hace cosas más interesantes. Posponer estas tareas, lamentable e inexorablemente hará que sus deudas también comiencen a crecer al mismo ritmo, pagará intereses, multas, clausuras, etc.

Que eventualmente pueden abrumarlo, hacerle desviar obligatoriamente el foco de su negocio ya que su tiempo deberá emplearlo para solucionar estos problemas o por lo menos, deberá pagarle a alguien para que se los solucione...
Tiempo, dinero, demandas, es un costo que puede ser demasiado alto para un negocio ( ni hablar si se combina con otros factores).



13. No llevan contabilidad. El personal de un nuevo negocio a menudo considera que la contabilidad regular es un absurdo burocrático con el cual se cumple únicamente en beneficio de la oficina de impuestos. Para muchas empresas, el final del primer año a menudo es el fin del negocio. Este punto es crucial, debemos por ello tener una adecuada cultura de consultoría, ir con los adecuados asesores que nos ayudaran en la vida de nuestra empresa, esto no es un gasto excesivo, tal vez nos ahorren dinero, tiempo y esfuerzo



14- Empleados incompetentes. Contrate a empleados que sean esenciales para su operación. Cuando usted contrata empleados, asegúrese de que están bien entrenados (o de capacitarlos) para que sean capaces de cumplir con sus funciones específicas, en general ellos serán quienes estén presentes en los momentos de la verdad frente a sus clientes.


Las grandes compañías se pueden dar el lujo de cometer algún error cuando seleccionan su personal, en cambio, las pequeñas empresas no pueden arriesgarse a esto.
Sobre todo tenga especial cuidado de generar un excelente ambiente de trabajo, ya que empleados contentos, motivados y capaces es la única fuente de ventajas competitivas sostenibles.



15. Rigidez / estrechez mental. No importa en lo más mínimo si usted es un genio, decorando casas, en impuestos, cocinando, armando computadoras, diseñando sistemas, etc. Eso no es suficiente para que su empresa de decoración, estudio contable, restaurant, consultora de sistemas..., tenga éxito.


Una cualidad común de quienes emprenden negocios con éxito es que son expertos o duchos en múltiples tareas u ocupaciones, desde vendedores, hasta especialistas en marketing y en control de gestión, desde diseñadores creativos hasta marketineros de raza.


Capacítese y capacite a su gente, busque que los pocos (o muchos empleados y socios que tiene/ tenga) complementen sus propias capacidades, todos deben ser "hombres / mujeres orquesta".


Tome cursos, diplomados, talleres, lea libros y revistas, busque mentores que lo sintonicen en temas que no maneja. Y reitero mi invitación a que se acerquen a la Fundación Pro-Empleo Xalapa. A.C. a tomar el curso ISE (Inicie Su Empresa) y conocerá los temas que van enfocados para que puedas iniciar o mejorar tu propia empresa.




hcjoseeconomia@yahoo.com.mx




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